domingo, 29 de julio de 2012

La noche fue natural, cerré mis ojos entre los bambú y empecé a comprender la inmensidad y mi irrefutable nimiedad.
Ellos no querian saber de tu grandeza, vida, pero cuando yo me detuve frente a una gran telaraña, cuando senti la ortiga como pequellitos impulsos de mis extremidades,
comprendí que era marravilloso el uniiverso;
cuando alze la vista y callo el polvo de estrellas sobre mi reflejo, 
vi que no era mas que una pequeña chispa de ellas
y abrase a la noche con delirio, la aspire profundamente, hasta que mis pulmones se embriagaran de pureza, de naturaleza sin perturvacion humana.
Senti tu piel, la corteza de tu piel, las raíces de tu piel, la transformacion de tu piel serpentiforme.
Recorrí desde la danza la naturaleza y desde la naturaleza la danza y todos los juegos de palabras entre estas dos variables.
me transporte a un lugar en donde existia el momento, porque se ahorraron el presente, pasado y futuro.
viviendo en "el momento" se sintieron satisfechos.
El momento era completo sin el tiempo
y era real entre la magia
la felicidad duro mas de lo esperado
y esas extrañas risillas del recuerdo
se amplificaraban, porque cuando se evoca desde la percepcion de los sentidos, se vuelven a revivir -no completamente- los impulsos de deseo, slavajismo, pasion, amor...a través de la imaginación.

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