domingo, 24 de febrero de 2013

Experiencia : Medicina Ayahuasca



"Únicamente una recuperación del vínculo que creamos
 con la naturaleza por medio del uso
de plantas psicoactivas antes de la caída de la historia
(con esto, el autor se refiere a técnicas arcaicas del uso adecuado de las plantas)
 puede abrirnos la esperanza de un futuro humano abierto y eterno."
Mckenna.
Gracias creador del cosmos, por permitirme entrar a lo más misterioso de la naturaleza, al lugar en donde la vida se gesta, agradezco por esta pinta esplendida, indescriptible y magnifica...No alcanzo a dimensionar esta perfecta estructura bajo la influencia de un entendimiento humano, solo se, que pertenezco al espacio donde la vida se renueva, crece, evoluciona; pero también tengo la certeza de que esta vida, sin espíritu, es superficial y mediocre; los humanos sentidos, emociones y conductas nos han abarrotado en una caja de pálidas paredes, que nos impiden ver la multicolor diversidad de las manifestaciones sobrenaturales.
¡¡Que experiencia!!
La naturaleza del espíritu, cuando esta al descubierto, es la contenedora de la potencialidad misma, desde ella se proyecta la vida, que es solo una parte abstracta, ya que lo real es subyacente a la materia; cuando se anhela desentrañar, ir al fondo de este mágico lugar, se perciben las particulares formas a las cuales nuestros ojos humanos no han podido acceder, pero que esta liberación de nuestra mente crea, es hallarse inmerso en un espacio etéreo, donde las vibraciones, los colores, los tribales, el movimiento... generan el universo completo.
Recuerdo maravillada la imagen de un zigoto (Primera célula en el desarrollo de un individuo, proceso de  generación de la vida); el cual estaba rodeado por figuras similares a las de la geometría sagrada, que se movían rápidamente, con moléculas contenidas, como un hermosísimo reloj de todos los colores, con piezas exóticas compuestas por aun mas pequeños fragmentos, que a su vez contienen otros mas pequeños hasta el infinito, el microcosmos que cada célula constituye, la grandeza en lo microscópico.Perfecto.
ver esto  causa conmoción, éxtasis, profunda felicidad...Para seguir caminando sobre este lugar  intentando que la naturaleza prime por sobre lo artificial.

domingo, 10 de febrero de 2013

Ruta hacia el origen: Iguaque





Ir en búsqueda del origen siempre supone un encuentro con uno mismo, es el dialogo constante con el ser humano que se representa a si mismo por medio de gestos y palabras. Surgen preguntas primordiales, cuestionamientos profundos remueven los restos de nuestros temores, aparentemente caminamos solos, pero estamos rodeados por la naturaleza con su excelsitud, estamos acompañados por un espíritu mas fuerte que nosotros, los caminantes transitorios de este mundo; la mente, inicia un juego de roles, donde las escenas de la vida se muestran como ajenas, los recuerdos son nuestra pantalla; somos espectadores del espectáculo de la vida, donde se evalúan los pasos, se entretejen los vínculos de amor, se muestran sin mascaras los errores...Es la ruta hacia el origen un enfrentamiento entre lo que se es y se quisiera llegar a ser, entre la debilidad y la fortaleza, entre la dificultad y la victoria, un entrejienido triangulo entre lo físico, lo mental y lo espiritual. ¿en que lugar de la ruta esta el espíritu? Todo lo trasciende, todo lo examina, todo lo jalona, los pasos que son firmes, los pasos que escalan las escarpadas montañas, los constantes pasos que durante horas marcan el camino, los ojos que observan, la cabeza que piensa, alaba, duda, cuestiona, distrae, enfoca, percibe...

En la sima de la montaña, viendo desde lejos la laguna comienzo a sollozar, es la tristeza y la felicidad fusionada en un mismo sentimiento, no solo es el sentimiento, es la sensación física de estar cerca a la meta, el áspero acercamiento, la gloria en la distancia. Continué caminando y la encontré, solitaria, batida por la brisa, iluminada por el sol; alrededor las montañas semejaban el paraíso, los frailejones, el canto de las aves, la laguna, las rocas, la llegada, eran la fuente de felicidad y vida para esta insignificante aprendiz...Un encuentro entre ella y yo, la madre que todo lo gesta, la tierra que abarca la vida, la inmensidad.  Estando ya en la laguna, solo podía agradecer, adjetivar el momento con palabras inexistentes de plenitud,  intensos sentimientos se entronaron, desee ofrendarme, para ser por fin un instrumento de amor. Ya era demasiado tarde para retornar, hubiera sido un peligroso  devolverme cuando el ocaso lo comenzaba  a dominarlo todo, no tenia carpa, debí dejarla atrás cuando una de las guarda-parques quiso obstruir mi propósito,debido a que no estaban dejando subir a nadie, necesitaban algo que les garantizara que iba a regresar el mismo día para que la policía ambiental pudiera sancionarme al haber violado la ley; para algunos pueden sonar ilógicas las decisiones que tome en ese momento, pero la pugna del espíritu me impulso a seguir mi camino, a llegar, a caminar durante cinco horas, a vivir una de las mejores experiencias de mi vida. La noche fue hermosa, controle el frió con la mente, el páramo era un lugar misterioso, el génesis de la vida, los frailejones eran guardianes, el pensamiento mi amigo, la meditación mi fuerza, la roca mi protección  el cielo el universo entero, los misterios expuestos. Eran las 6am  el amanecer y las delicadas nubes de neblina sobre las montañas anunciaron una forma de despertar; pasaron 12 horas desde que llegue hasta que descendí, tiempo en el que estuve introduciéndome en los incógnitas de la vida, donde quise conocer a Dios y me pude aproximar a el. Cuando comencé a bajar mis pasos tenían otro sentido, la dirección del que una vez a obtenido respuestas, requiere efectuar cambios, los pájaros eran de todos los colores y tonalidades, sus silbidos eran  música celestial; las quebradas, la panela y el tabaco fueron el refugio a mis necesidades animales, las plantas, de todos los tamaños poseían perfectas adaptaciones, eran exclusivas y hermosas, definitivamente nunca estuve sola, solo regresé al origen, en donde Bachúe algún día se sumergió.




Conquistando territorios

En ocasiones, el alma desenfrenada por su pasión, por la naturaleza y sus significativos encuentros; dirige su mirada hacia un lugar lejano del ruido del  inescrupuloso sistema urbano, se proyecta sobre un territorio tradicional, desde donde el crecimiento es inevitable. Se lleva  a cabo una  ruptura psicológica  la confrontación del ser, la depuración de la contaminada idea indolente que a alimentado la ciudad. En lugares sagrados, se emprende esta búsqueda  con el anhelo de encontrar algo de orientación  tranquilidad y sobreprotección que solo puede brindar el extenso e infinito mundo. Aveces, esta mirada es mas pretenciosa, queriendo abarcar el universo entero, pero sabemos que  este no nos cabe en la mente, ni en el recuerdo, las epifanías que en visiones hemos obtenido se disipan con la memoria, algo nos ha transformado, la experiencia ya nos convierte en seres humanos distintos. Recuerdo una idea, aunque no con exactitud, que planteaba la posibilidad de un humano viajero dentro de su cuerpo, descubridor de este desconocido misterio llamado organismo vivo, conquistador de sus sensaciones, dueño y señor del cosmos propio, conocedor de si mismo y del universo.

Una semilla

Las semillas que están en estado de latencia, una vez regadas, comienzan a "activarse", de modo que pueden germinar, pero no basta con tener una pequeña raíz, esta semilla requiere ser cultivada en una tierra idónea, en el ambiente adecuado, para que todo su potencial, se desarrolle bajo el cuidado de su cultivador;  en este caso, el espíritu universal, nos brinda el aliento, el agua, el aire, la tierra, el sol... para que finalmente podamos tener el privilegio de la vida.
La planta, comienza a realizar la fotosíntesis, proceso por medio del cual adquiere la energía suficiente para absorber los nutrientes de la tierra, que le permiten seguir viviendo; si no existe un esfuerzo, un trabajo llevado a cabo por la planta, esta no sobrevive; crecer implica permitir que las hojas se regeneren, dejar atrás los marchitos ciclos, emprender una hermosa etapa en donde se llegara a ser flor de exquisitos aromas y bellos colores. Cuando la planta a transcurrido por todos estos momentos en su historia, cuando a permitido que el flujo natural de la vida este dentro de sí, cuando se a "autorealizado", esta preparada para asociarse en un maravilloso encuentro con el material genético de otra flor que le permitirá ser fruto, en esta etapa, los esfuerzos previos cobran forma, alimentan los sueños de los otros, se ven suculentos, sabrosos, hermosos; dentro del fruto, mas semillas esperan por repetir el ciclo.

viernes, 1 de febrero de 2013

Credo de la gran contradicción I


La confrontación entre credos nos ha dejado como herencia, la colectiva desazón de la guerra, las masacres que en la historia han cobrado con la destrucción de mas culturas y vidas,  tienen una razón religiosa que se sustenta en la defensa de “una verdad” cuyos  principios no conciben otras prácticas religiosas como aceptables. En base a esta perpetuada intolerancia, los fanáticos religiosos  han estado dispuestos a cometer crímenes que su fe-vista desde los principios generales religiosos, entre los que se cuenta con el amor universal o el no matar- no admitirían. Pese a esto, el ser humano siempre ha encontrado las formas para justificar sus acciones por más indolentes y salvajes que estas parezcan, el radical etnocentrismo, nos ha impedido ser individuos capaces de reconocer la pluriculturalidad, no nos permite evaluar los puntos divergentes con una mirada respetuosa, nos limita en las diferentes formas de experimentar a Dios. Debemos reconocer que en el curso de la sociedad moderna ya no es admisible una cultura totalmente cerrada a las influencias externas, en el punto social en el que nos encontramos podemos profundizar en el ámbito intelectual y espiritual sin alguna restricción específica, excepto la del prejuicio auto-impuesto o el social.
Deberíamos, en este nivel preguntarnos: ¿Existe una verdad universal? Y si así es, ¿Esta recibe la denominación de una única religión? No será, que podríamos llegar al conocimiento profundo de Dios, sin necesidad de enmarcarlo dentro de un conjunto muy específico de rituales, sino que, este descubrimiento va surgiendo desde el alma misma, como una necesidad de conocer y entender el universo como un todo funcional y perfecto, que el percibir esta energía, fuerza vital, poder divino…ya es una experiencia religiosa, un sagrado momento en donde se descubre el génesis de la vida sin límites humanos, sin rigurosos mecanismos que  encierran al espíritu en una ficticia burbuja de normas establecidas por la sociedad. Enunciaba el Dalai Lama en su libro las leyes de la vida,  la necesidad de una relación estrecha entre las religiones, que nos permitiría un avance espiritual y por lo tanto beneficioso para la sociedad en general.

La injusticia y la espera-nza

Cuando me reincorporo a la frenética ciudad, la realidad se estrella contra mi cara, la realidad oprime mi corazón y las  preguntas comienzan con su habitual bullicio aturdidor:
¿Porque tata injusticia?¿Tanta indolencia?¿Tanta esclavitud?
Tal parece, que las -utopías- que e logrado experimentar el lugares alejados de la verdadera sociedad se esfumaran depronto, como si tuviera que hacer un esfuerzo sobrehumano para enceguecer entre la masa de cuerpos, para doparme y no sentir dolor al ver la desolación  en los rostros cotidianos; pero  es inevitable, las preguntas  reclaman de mi algo de firmeza, de fe, de compasión y de amor.
El verdadero cambio comienza, cuando dentro de este panorama ensordecedor y melancólico, llega la esperanza como salvadora, con su particular persistencia en los ideales, con los repentinos encuentros de seres humanos reales, que esperan y actúan por este colectivo sentimiento que hoy nos agita la mente y enruta nuestros pasos hacia una utopía no perecedera, con sólidos principios de fraternidad, comunión, generosidad, igualdad...En el fondo este es nuestro anelho, no deseamos que se marchite el pétalo multicolor de la transformación, debe existir alguna ruta,  de ello depende nuestras vidas y la de los seres que comparten con nosotros este hermoso territorio, que pese a los macabros sistemas sociales establecidos, no deja de regenerarse, crecer, brillar con el esplendor de la naturaleza.