Cuando hablamos
de evolución, nos referimos al proceso que atravesamos espiritualmente para
reconocer que no somos únicamente cerebros materialistas, sino que, somos seres
en constante cambio, que las formas que adoptamos dependen de la energía que
asimilamos, así pues, este despertar colectivo es el reconocimiento que una
conciencia hace de su propia conciencia; es el devenir de toda potencia, es el
auténtico proceder de cada átomo; vivir, es reflejar, crear, saber, existir
conectados, sin fragmentarnos, sin dividirnos por limites sociales o biológicos;
nuestra naturaleza es ser, el ser no se manifiesta por partes, sino
completamente; el ser no genera jerarquías puesto que es justo, no excluye
debido a que todo lo contiene, constituido por esta fuerza impronunciable esta
la vida y todas sus dimensiones
expresadas en espiral ascendente; cada entidad, debe comprender su lugar en
este hermoso engranaje, no codiciar la posición de otro pues es maravilloso el
lugar asignado para cada cual, que es uno mismo.
El amor es la fuerza que potencia
este efecto, el poder que subyace de la creación, la energía vital, la fluidez,
la claridad, el logos multicolor, el tejido profundo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario