El universo palpitante dentro de todo ser mueve, estrepitosamente pide su liberación, para
salir de sus poros; rugir por doquier, desde la selva hasta el páramo de forma,
limpia, radiante, fluida.
-Extrema sensación de amor…
-Pero, ¿Qué pasa?
Tan solo basta con mirar el entorno
que ha sido impactado por el ser humano ambicioso, egoísta, torpe, desconectado
de la esencia de la vida; se echa a
llorar y a gritar con la manos empuñadas; aruña el cemento inquebrantable,
aspira el humo contaminante; de pronto, sale a correr, corre, corre sin parar; le
duelen los huesos de ver la injusticia del mundo sobre sus hombros, quiere huir
de ella.
Luego de tanto correr se detiene a mirar a su alrededor;
-¿qué ha sucedido?
-Reflexiona...
Llena su pecho con bocaradas de aire, toma puñados de hierbas secas que están
a su lado, se arrodilla; no permite que la maldad le sigue asediando ni tocando;
en su corazón, siente el PUM PUM que sale de su interior; inicia un viaje en
retorno a su ser, recuerda que el exterior es tan solo una ilusión:
En el querer, el sentir y sobre todo el amar, se encuentra con el secreto
de existir.
Ahora, sabe que es distintx que sus pensamientos y sus palabras han
cambiado; VIVE el presente plenamente; en este instante es guerrerx, se deja guiar confiadamente por la
luz; no deja de ver y sentir lo esplendida que es esa creación divina de la que
está rodeada, cada partícula es parte de la red energética natural de la que es
parte.
Llenx de tantos sentimientos y conocimientos decide transformar aquello que
se encuentra en desequilibrio, desde sus acciones;
-Equilibrio solo se conseguirá mediante
un cambio colectivo, un esfuerzo entre hermanos consientes, del valor de la
vida y la energía cósmica.-
-Pensó que todo ello debía ser transmitido, y compartido, que debía
reconocerlo en el rostro de los demás.
Recargadx de energía y conocimientos decidió salir a la selva de asfalto; y
allí entregar su semilla
de despertar en cada corazón con el que se cruzaba su caminar;
Porque entendió que el caminar, es
un tejido, un entramado colectivo que crece en espiral como el saber.
Comprendió que, podía comunicarse con lo profundo de cada ser a partir de
su conexión con su ser interno, su guía, espíritu que compartía a través de
danzas, cantos, bendiciones, misterios que se convertían en luz de luna radiante
para iluminar la tierra.
Planeta que se fortalece debido a lo amplio del tejido, cada día el telar ese
vuelve más grande, mas colorido, diverso y hermoso.
En este instante son muchos hilos que se cruzan, hasta los universos están
entretejidos allí.
Así la madre tierra agradece a todos lo que tejen, desde su centro envía
una señal multicolor la cual no tiene fin ni inicio
Construcción colectiva entre Luis Gomez y Valentina Castaño
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