miércoles, 30 de enero de 2013

Recorrido hacia el Dorado

Sentada en una gran piedra frente a la  laguna de Guatavita, me puse a reflexionar, llego la nostalgia de la historia sobre mi cabeza, fluyeron a través de mi sentimientos de melancolía y rabia; sentí tan cerca la masacre de lo indígena, de lo sagrado, la despiadada y ambiciosa búsqueda por el tesoro  que llevaron a cabo los Españoles,que  los siglos se me hicieron segundos y de repente me sentí involucrada; porque,  aunque blanca soy, mi corazón reclama una sabiduría milenaria por la que quisiera impulsarse, aunque blanca soy, mis venas parecen afianzadas raíces de un árbol que apenas crece y descubre lo profundo de la práctica ancestral; aunque blanca soy, mi alma encuentra su único culto en el espíritu universal, en el conocimiento de la ley de origen. ¿Como evitar que mi corazón se sintiera desterrado?
Entendí, que el pasado no se olvida, pero se sana, sanar es perdonar y restaurar aquellos horrores;  el rencor nunca tiene la intención de transformar por medio de la acción aquello que le inquieta. Para entonces, tejía  un árbol en una mochila, en uno de sus puntos tuve ganas de tomar en mis propias manos la semilla de este pensamiento, de ofrecerlo a la madre que cuidaba el territorio, de sembrar por fin mis intenciones de sanidad y reconstrucción del vinculo entre  la naturaleza y el ser humano.
Erguida sobre la misma piedra,  agradecí el preciado momento, la sabiduría que se estaba reconstruyendo en el fondo de los corazones conectados, sentí algo de alivio, algo de fuerza, algo de esperanza en estos tiempos de Fazanquira-tiempo de siembra-.
El dorado brillo en el fondo de mi cuerpo, allí estaban presentes todos los espíritus, la misteriosa presencia de las rocas, estaban los sacrificios de siglos, estaba sumergida en la laguna el alma de la tierra, la esencia de la vida.

"Nuestro corazón esta esperando, ¿cuando dejaremos caer la semilla?"

domingo, 20 de enero de 2013

Ceremonias: Encuentro Nacional de Autoridades Indígenas 2012


Nos hallábamos cerca del nacimiento de  un rió cristalino, el agua fluía por entre  las enormes piedras cubiertas de musgo, las aves cantaban, eramos niños salvajes. la naturaleza que nos rodeaba creaba una atmósfera en donde se podía respirar a Dios en cada momento. Se escuchaba el Hare Krisna en el templo, en el pensamiento; se profesaba el amor universal, la restauración de la naturaleza.Eramos seres humanos unidos por el amor,felices cantando y danzando,acompañados de enormes tambores, caracolas y flautas.
las ceremonias:
La Kiva representa el corazón de la tierra, es un enorme hoyo en forma de circulo en la tierra, 
de su centro emerge un pilar, y sobre este se colocan las cenizas que durante siglos han acompañado el fuego encendido con oraciones, rezos y ofrendas de los abuelos de todo el mundo.
Entrar es todo un ritual;  todos se encuentran descalzos y profundamente conectados con el espiritu supremo
mientras rodean al fuego; allí mismo, se empiezan a pronunciar palabras en lenguajes ancestrales, cantos
bendiciones, corazones encendidos, creadoras manos, reconstrucción continua.
las estrellas se ven brillantes y vibrantes desde el centro de la tierra el cielo esta despejado; Así nos recibe la mañana: ¡Hare!¡Namasté!¡Ahó!
Ya se siente como penetra la fuerza desde los pies; la alegría nos invade y nada puede acallar esta danza entre el espíritu y la naturaleza.

El Temasckal, es el utero de la tierra una cupula construida cuidadosamente, teniendo en cuenta la posision de los astros; los hombres no tienen camisa y llevan pantalones cortos, las mujeres largas faldas
y cordones que adornan su cabeza, algunos llevan sonajeros o maracas. Fuera de la cupula el fuego calcina el tabaco ofrecido, las llamas se mueven, encendidas por las piedras volcanicas sagradas que han sido extraidas por medio de pagamentos; algunos bejucos se encuentran dispuestos en un gran circulo que encierra al fuego y la cupula.
Se entra en orden a este circulo, en la entrada  se recibe el tabaco en polvo con las dos manos, y se  huele palo santo antes de entrar, para ahullentar las malas intenciones y pensamientos. Se entra de izquierda a derecha, hasta que el circulo se completa;  se ofrece a todas direcciones esta medicina y se grita al unisono:
¡Por todas mis relaciones!-Comienza la sanación-.
Se entra a la pequeña cúpula, los cuerpos están acurrucados, se rozan unos con otros sentados en mariposa, juntos muy juntos, dejando espacio para las piedras, se siente algo de temor a la oscuridad reinante.
Se canta, desde el fondo del corazón y la profundidad de los sentimientos.- Temasckal, Temaskal aquí donde nos reunimos a restaurar a sanar...
Y las piedras calientes comienzan a entrar, el calor se concentra, los cuerpos empiezan a sudar, el canto se hace mas fuerte, ruidos extraños nacen desde las entrañas; se inician nuevos cantos. -Renace la fuerza desde muy adentro, del centro de mi cuerpo, invoco a mis ancestros...-
Una fuerza colectiva nos va guiando hacia un nuevo ritmo, nuestros pensamientos comienzan a viajar a través de los vínculos que se han extendido durante la vida; los rostros aparecen, el canto continua; llegan las lagrimas, la felicidad, la reconciliación de corazón, se siente el amor de la madre desde su vientre. La energía de nuestras oraciones queda navegando en el aire; entran mas piedras y el sudor es constante,
nuestros cuerpos resbalan, nuestros cantos son enérgicos, las palabras, el llanto, la alegría  el sentimiento, las alabanzas,los sonidos, los gemidos, las incontenibles modulaciones de lenguajes instintivos...
Todo se va apaciguando tras la descarga, hasta que salimos, despacio,  los brazos del aire caliente que nos tranquilizaba se ve enfrentado por una ráfaga de aire frió, del ambiente sanador.
Salimos recargados, con el corazón remendado, con aspiraciones colectivas y mucho optimismo, abrazándonos unos con otros terminamos esta ceremonia.

El circulo de palabra:
Cuando el fuego se enciende a través del pensamiento, se edifica la espiritualidad por medio de la palabra contundente. Poderosas frases propagadas desde lo mas profundo de los saberes ancestrales; los Abuelos, los Taitas y los Mamos, empiezan a narrar, la experiencia habla desde lo tradicional, desde el mito construido, desde el sentido humano y natural; Quedan en el aire inquietudes sobre el destino de la tierra,
las arrugas de estos viejos evidencian su preocupación,   pero los imponentes bastones de aquellos que a diario exploran la selva nos muestran un camino sanador, esperanzador; recordamos que el alma de nuestros pasos son nuestras raíces, por ello, no hay porque temer.
las mujeres tejen la palabra, se va entretejiendo el instante y el pensamiento, pero con ello tambien el pasado y el futuro, en una gran mochila que abriga a la humanidad entera; la hoja de coca va siendo ofrecida con respeto, el tabaco se va consumiendo cuando las visiones van saliendo de los labios; la Yuka dulce vuelve nuestras palabras amorosas y suaves.
Nuestras palabras son  de la tierra, del amor, de eso que todos compartimos en una misma conciencia; abrazamos al mundo con la palabra, entramos en ese lugar en donde todos sin distinción somos fuertes y especiales. El fuego se acrecienta por instantes, no solo la palabra comunica, también lo hacen nuestros cuerpos pero en especial nuestra mirada que quiere desentrañar en los milenios los secretos de nuestra naturaleza.
Estamos reunidos en territorio Muisca, ombligo del mundo, lugar sagrado por tradición, lugar de pagamento
subsanando los errores de nuestros hermanos, que destruyen a su madre, olvidan a sus padres cósmicos, a sus  ancestros, su medicina tradicional y su ley de origen.
(La ley de origen consiste establecer un equilibrio entre todos los seres vivientes y entidades sutiles del universo.estableciendo vínculos respetuosos y no dañinos, amorosos y no egoistas).
La palabra sigue rotando, ya no hablan nuestros labios, estamos directamente transmitiendo desde el espíritu  desde lo mas hondo de nosotros, desde lo mas hondo de nosotros surgen alas para llibertar, nuestros ojos son capaces de divisar las hermosas formas, nuestra mente guarda milenarios conocimientos que curan cualquier enfermedad presente en el universo y los cuarzos que guardamos reflejan otros mil cuarzos purificadores distribuidos en el planeta.
Es nuestra creencia algo universal, no es una disputa de poder, es una construcción desde el amor, es un fuerte árbol naciente con ramas extensas y raíces profundas, con la savia recorriendo nuestros conductos espirituales con la magia de la vida, de cada perfecta célula manifiesta, de cada átomo, Quanton, conciencia en Dios.
Se ofrece la exuberancia de este ingenioso sistema de la vida al fuego; solo tenemos una esperanza: la transformación del mundo a través del amor.