miércoles, 31 de agosto de 2022

Solsticio 2019 Templo del Sol

 Para muchas culturas milenarias el solsticio representa el comienzo de un nuevo ciclo solar. Es tiempo de propositar y hacer concientes los aprendizajes adquiridos sobre el ciclo anterior. También es momento de renovar energías, hacer ofrendas y limpiarse de disfraces que han caducado, para encontrarse en la esencia de la unidad, hermandad y amor manifiesto en nuestras relaciones.

Un comienzo también implica el cierre de ciclos y para esto también se hace necesario revisar los cabos que aún han quedado sin resolver en nuestro camino, volver la mirada hacia los duelos que tuvimos que atravesar, sobre los acuerdos que establecimos y no cumplimos, sobre las deudas que aún debemos saldar y sobre las ataduras que debemos liberar.
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En lo personal, este ciclo me ha brindado aprendizajes profundos a través de diversos contrastes dónde me reconozco como transeúnte de la vida, en eterno aprendizaje.
Parte de estas experiencias me invitan a soltar las antiguas armaduras, los resentimientos ilógicos y los apegos carentes, para reconocerme en la existencia como una persona bendecida, abundante y sana. Una mujer auténtica que es capaz de escudriñarse y conocerse tanto en su nostálgia como en su éxtasis, tanto en su confianza como en su vulnerabilidad, tanto en su impotencia como en su capacidad. Una mujer que ha tenido que deconstruirse y soltar procesos para sentir que sus pasos van hacia la coherencia tan anelhada. Una mujer que ha tenido que aprender a mirar hacia lo alto para reconocer rostros hermanos, siguiendo los llamados que han sido plantados en su corazón. Transmutando el sentimiento de perdida en plenitud; entendiendo que los maestros provienen de todas las direcciones, reconciliándose así con su naturaleza imperecedera.
De modo que, atravesando por procesos de extravió y encuentro con sigo misma, a podido esbozar el centro que le llevará a su realización. Para comenzar con corazón agradecido y rendido ante la voluntad suprema que recrea su vida.
Ahora, con alas renovadas para emprender viajes hacia la profundidad, que le permitan ver con claridad su misión y así poder superar las ilusiones, extrayendo el nectar sagrado de cada suceso. Ofrendando lo más real en su ser, aquello que le conecta con el resto de la creación, siendo parte del juego sagrado de la vida y tomando el valor para continuar la jornada con su corazón preparado para amar.
Propositanfo así, la sanación interna que se expande hacia sus congéneres. Comprendiendo que los maestros que estan en sus entrañas, como en las alturas, le guiarán con certeza hacia su evolución. De modo que el tejido cada vez más fino de la existencia le muestre la certeza de la libertad y la verdad. De este modo sus genes y antepasados dialogan en su interior, enunciando con paciencia que es tiempo de recojer los pedazos fragmentados de su ser y hacer una obra de arte de los quebrantamientos los cuales por gracia divina compondrán la mucura de su corazón fortalecido y tejeran las chisuas cada vez más ligeras de sus pasos, así pues los laberintos serán superados y podrán integrarse las palabras en las llemas de sus dedos y las pupilas de sus ojos. Sirviendo así como canal donde la energía cósmica se encuentra...
Fractal Aro Iris


REFLEXIONES EN TORNO A LA DANZA DEL SOL 2020 RETOÑO DE MAÍZ GUASCA CUNDINAMARCA

 Esta fue la segunda danza del sol que tuve la oportunidad de acompañar. A diferencia de la primera danza a la que asistí, en esta ocasión pude ver desde una perspectiva más madura lo que estaba aconteciendo. Debo confesar que en la primera danza, tuve momentos de resistencia y falta de entendimiento. Pese a esto, aproveche mucho mi estancia compartiendo con los abuelos y abuelas, quienes siempre han dejado una semilla de consejo en mi interior que ha venido germinando de diversas formas.

Llegue el tercer día de danza en el momento donde entran los Heyokas (payasos sagrados) y los danzantes hacen sus ofrendas. En este día, reconocí esta sincronía como un mensaje, pues siempre me he considerado una iconoclasta, capaz de cuestionar las estructuras, jerarquías, normas y tradiciones. Admiro mucho la función particular de estos personajes dentro de la danza pues son capaces de ir más allá de las formas y transgredirlas con estilo. Son graciosos, pero a la vez mueven a los danzantes a permanecer centrados en su propósito, esto incita a que los danzantes entrenen su concentración en el propósito del porque están allí.
Ir más allá, implica también poder ver a través de la materia y entrar en el mundo del espíritu, donde los rezos coloridos y las ofrendas toman un lugar primordial durante la danza del sol; también admiro el carácter de quienes danzaron; aun a sabiendas del ayuno y sacrificio que ello implica. Sé que esta ceremonia es parte de un legado ancestral que proviene de norte América, el cual reafirma la visión de que somos uno, pues tanto apoyos como danzantes incursionan en un campo sostenido energéticamente por la comunidad entera. Es decir, el rezo de los danzantes se comparte a través del tabaco en los momentos de circular la chanupa. Los cantos que acompañan a la danza son fuertes y constantes, y la danza es exigente físicamente; la comunidad entera acompaña a los danzantes desde las márgenes del círculo, pero en los momentos en que los danzantes ofrendan se les permite entrar al círculo sagrado donde se encuentra el árbol de la vida el cual se encuentra adornado por los rezos de los danzantes y se le dota de intenciones. El camino rojo es un camino de valientes, dotado de profundas simbologías, desde el honor que se hace a los ancestros, los colores que se enarbolan hasta las direcciones y orden de la ceremonia tienen una razón de ser dentro de la danza.
Me parecía hermoso observar la escena llena de color, vestidos tejidos con apliques, plumas, coronas tejidas de salvia. Me conmoví mucho en el momento en que los danzantes realizaban su ofrenda, pues sentía un estremecimiento profundo recordando las variadas ocasiones en que se ha derramado sangre inocente y como el acto de entrega de cristo vino a redimir mucho de ese dolor. Pude ver a través de este la voluntad de los danzantes como una forma sincera de reconciliar el pasado doloroso, trascendiendo el dolor y hambre a través de su ofrenda. Veía a las mujeres que estaban en el círculo con mucha admiración, pues en esta danza solar donde prima la energía masculina, identifique la fortaleza y rezo de mujeres capaces de sostener desde el amor y la firmeza.
También me pareció muy valioso el aporte de las comunidades originarias de Colombia, pues se encontraron presentes durante la ceremonia, compartiendo en los círculos de palabras y cantos sus sentires y aprendizajes de forma sinérgica; encontrándose de este modo el águila del norte y el condor del sur. La presencia de la comunidad Muisca y Murui también la considere importante, pues dotaron de alegría el espacio de la casa de pensamiento y brindaron alimento espiritual a los participantes del encuentro. La última noche de ceremonia yopo fue también reveladora, en lo personal, sentí cubierta por los rezos de los danzantes y vi con esperanza el futuro. También tuve la oportunidad de liberar a través del alivio mucho dolor tanto individual como colectivo. En la mañana durante el Inipi, sentí que me rendía ante la voluntad suprema. Al regreso a casa, me sentí liviana, satisfecha y positiva. Como si participar de este encuentro me hubiera dotado de fuerza para continuar con convicción, sintiendo el acompañar de mis hermanos y hermanas en unidad.
16/01/2020

lunes, 12 de octubre de 2020

Derechos de la Madre Tierra y reconocimiento de la diversidad biocultural

La “Madre tierra” es la matriz que alberga a millones de seres, elementales y formas de existencia. Es por tanto el fundamento de la vida. “Gaia””Hitcha Guaia” “Zaku kagamu” “Pacha Mama” son denominaciones que recibe desde distintas cosmovisiones que apuntan hacia la misma esencia que es el de la madre que sostiene, alberga, abraza y amamanta la diversidad tanto natural como cultural en el mundo denominado “tierra”, nuestro habitad y hogar. 


Reconocer, que esta madre tiene el derecho a autoregularse y a pervivir según las leyes universales que rigen sus ciclos; es en sí mismo el principio de respeto, reciprocidad y cuidado que debemos acoger como humanidad si queremos seguir existiendo generación tras generación.
Los derechos de la madre tierra no se cuestionan, pues es en el deber que tenemos como seres humanos para con ella que podremos evidenciar cuan inteligentes hemos sido. Ya que, es en nuestra relación con esta madre que nos sostiene que podremos ver reflejado nuestro presente y nuestro futuro.  Volver a ver a la tierra como nuestra madre, implica también retornar a nuestro ori
gen y transformar nuestras acciones, nuestros hogares, nuestras ciudades y territorios en lugares que garanticen la continuidad de la vida. Como seres humanos debemos reparar el daño ya generado, permitiendo la restauración donde podamos experiencia la naturaleza en toda su magnificencia, exuberancia y armonía. Sincronizarnos al latir del corazón de la tierra, integrar los aprendizajes, y volver a ser uno en la conciencia de que lo que le hago a la tierra me lo hago a mí mismo y que si sano en mí mismo, debo ser cada vez más coherente en la tierra que impacto.
Buscar las estrategias para que esto sea posible, pasar del discurso al hecho. Realizar pequeños cambios pueden en efecto generar grandes oleadas de conciencia crítica que recuerden como compostar, sembrar, fermentar, abonar y construir una vida llena de abundancia en todos los planos. La madre abundancia espera manifestarse en toda su expresión, los saberes están dispuestos, las semillas listas y los suelos preparados para esta trans-forma-acción.

 

Documentales, técnicas y conferencias sobre agroecología, permacultura y mucho más en:
https://aprendizycaminante.blogspot.com/

domingo, 28 de junio de 2020

HILADO DEL ALGODÖN


LLUVIA DE ALGODÓN


Estábamos documentando el proceso del hilado y una vez acabamos de realizar la grabación; a mi hermana se le ocurrió gritar: "lluvia de algodón". Entonces comencé a lanzar el algodón que se encontraba a mí alrededor al aire, imaginando que llovía algodón y no chocolate como hubiera soñado en mi adolescencia cuando leí Charlie y la fábrica de chocolates.
Mientras este acto se repetía, nos reímos y yo lloré -sin orinarme-. Reímos como lo hacíamos cuando éramos niñas y habitábamos un mundo fantástico con nuestra imaginación, saltando sobre colchonetas y comunicándonos en una lengua especializada que empezaba con: “Wachu Wachu”.
Cómo es mi costumbre -ya de mujercita- me gusta darle un significado a las cosas que acontecen; entonces, recordé que el algodón simboliza también la abundancia, y con este sencillo pensamiento, pude ver como la abundancia está en la tierra sembrada de muchas formas y no propiamente representada en un papel denominado dinero.
Cómo es de suponer, grandes cantidades de algodón dejan también grandes cantidades de semillas, las cuales si se siembran multiplican la cantidad de algodón y semillas existentes. La lógica de la tierra y sus ciclos es por naturaleza abundante. El principio estaba en sembrar la abundancia de la tierra a través de la diversidad de saberes sobre ella.
Ataguaia 17/04/2020

jueves, 14 de mayo de 2020

Atravesar

Sabía que atravesar su propia sombra no era sencillo, pues una y mil veces había transitado por ella... Aún así, siempre lograba encontrar la fuerza interior que le permitía desatar nudos, expresar su sentir, tejer ideales y volver a su esencia.
Ataguaia

Historia de origen

En el principio todo era oscuridad, Bagüe, Aluna, Anugüe donde estaba la potencia de la gran madre contenedora universal... De allí emergió la chispa de luz de la creación, del ombligo Tomza que Sé desenvolvio y recreo todo cuanto existe, la gran espiral Thyminigagua....Fractales inundaron el universo donde se desarrolla la vida en la unidad.
(Versión de la creación Ataguaia)

domingo, 21 de julio de 2019

Propósito universal en el corazón del mundo ENCUENTRO MUNDIAL ARCOIRIS 2019



Durante el tiempo que permanecí distante de la ciudad y la tecnología; me encontraba conectada a la naturaleza en uno de los territorios con mayor riqueza ambiental y cultural a nivel mundial: La Sierra Nevada de Santa Marta, este lugar idílico donde la luna se transforma acompasada por el trino de las aves, el suspiro de los árboles, el sonido de las quebradas y el crepitar del fuego. Un lugar de tesoros espirituales, y puntos que emanan la energía restauradora y sanadora.

Sé que la experiencia que quiero compartir no es posible describirla únicamente con palabras, pues muchas de las vivencias son impronunciables, pero quedan grabadas en lo más profundo del ser. Aun así, tratare de narrar algunos de los aprendizajes que este hermoso territorio me brindo.

Emprendí el viaje hacia la Sierra con el propósito de acudir al llamado de mis hermanxs a asistir al ENCUENTRO MUNDIAL ARCO IRIS 2019; allí me reuní con representantes de todo el mundo con la intención de tejer la unidad, la armonía y la sabiduría. Durante un mes, compartí cantos, danzas, palabras, reflexiones, visiones, alimentos, tejidos y energía con seres que tenían pintado su corazón de los colores refulgentes del amor. Fue un tiempo hermoso, donde alrededor del fuego central nos confirmamos que la profecía de los pacificadores arco iris es una realidad plausible.

Se realizaron varios círculos de visión, donde la tribu arco iris tuvo la oportunidad de compartir con la familia Arhuaca y aprender un poco sobre el contexto del territorio que estábamos habitando, sobre la cosmovisión que este pueblo originario tiene sobre el cuidado y equilibrio de la naturaleza. Desde estos primeros círculos de visión me sentí llamada a dejar plantada una semilla de pensamiento propositivo en este lugar, ya que hasta ese momento había recibido  muchos regalos del territorio como la mejoría de mi cadera, además mi corazón sentía la inspiración y la fuerza de la montaña para coo-crear la visión universal que en ese momento se manifestaba en las palabras compartidas y que me interpelaban a manifestarla, labor que me sigue movilizando a accionar.

En este punto, quiero compartir que sentí que esta visión universal se tejía a mi historia personal y que de algún modo toda la preparación de estos años, mi motivación personal y mi amor hacia la vida convergía en ese instante eterno de revelación, claridad y elevación. Así mismo, las plantas maestras confirmaron que debía continuar por este sendero. En varias ocasiones tuve que afrontar pruebas, me enfrente a mi propia incertidumbre, combatí la enfermedad, me sentí vulnerable, me caí una y otra vez, tuve dilemas de amor, me debatí entre el vacío y la saciedad, viví el movimiento, la quietud, enfrente miedos, me libere de cosas materiales, me despoje de cargas y necesidades, navegue mundos y encontré la unidad del espíritu en la quietud y el movimiento. Tuve momentos de desespero, de locura, otros de satisfacción, epifanía y en este fluctuante panorama encontré la unidad del espíritu que todo lo colma y que también me habita eternamente amoroso, ilimitado y totipotente.

Debido a esto pude profundizar en mi esencia e ir más allá de las ilusiones que en ocasiones me asechaban. Conociendo la naturaleza que me rodeaba y a la cual pertenezco pude continuar por el sendero, desquebrajando los patrones limitantes que estaban alimentado por generaciones. Y continúe, reconociendo que nada de lo que materialmente he intelectualmente he logrado tiene más sentido que los genuinos avances que hace el espíritu al despojarse del propio ego y su sentimiento de superioridad. Pues, cuando el espíritu se reconoce de verdad, se da cuenta que nunca estuvo separado y que la totalidad es el escenario de su evolución.

Después del encuentro compartí con una numerosa y hermosa familia Arhuaca donde aprendí muchos valores de trabajo colaborativo, unidad y economía del hogar. Allí pude reconocer mi ignorancia, ya que me di cuenta de las equivocaciones que por orgullo había cometido y de lo pretenciosa que había sido, entonces me entregue humildemente a labores que antes consideraba aburridas, sin sentido, despilfarradoras o incluso humillantes; como la cocina, el lavado de la ropa y el aseo. Esto, lo comento porque nací en una familia acomodada donde nunca vi la necesidad de realizar las labores domésticas porque hasta joven hacían todo para mí  y cuando tuve que empezar a hacerlo por mi cuenta, me costó mucho. También aprendí tejido y tuve tiempo para compartir con los niños canciones, dibujos, palabras y tejidos. Es este lugar pude evidenciar la abundancia que brota de la tierra pues cada día nos alimentábamos de los cultivos de la familia que ellos mismos cosechaban y algunas ocasiones comíamos animales que ellos criaban o iban a cazar. Fue un momento de fortalecerme, pues tuve que acoplarme a sus dinámicas y soportar algunas críticas por mi mentalidad occidental. Siento que fue una prueba superada, pues de algún modo me prepare en un campo antes inexplorado, viví en el campo sin la idea romántica que se tiene de él y tuve la oportunidad de reconocer mi valía aun cuando ante otros ojos era una inexperta.

Todo este esté entrenamiento tuvo sentido cuando llegue a convivir con otra familia, la cual se encontraba realizando un fuerte trabajo espiritual con el propósito de adquirir autonomía sobre el uso de su territorio y fortalecerse culturalmente. Fue muy grato ver que aunque se encontraban en un trabajo con solo miembros de la comunidad Arhuaca, me abrieron las puertas como si fuera parte de su comunidad y después de varias consultas que los Mamos hicieron, me permitieron entrar al trabajo espiritual que estaban realizando y que culmino con mi “bautizo” para que la tierra reconociera la ofrenda que realice durante ese tiempo. Para mí, este es un regalo espiritual inconmensurable, pues a través de este me abrieron la puerta para continuar trabajando por la visión de construir centros de formación (kankuruas) para la sanación,  formación, y bienestar de los seres que habitamos la tierra.
Ahora estoy de regreso recapitulando el camino que recorrí en mi estancia la Sierra Nevada de Santa Marta, hoy con el respaldo espiritual de unas familias de la comunidad Arhuaca para continuar con mi misión de poder llevar apoyo y manifestar la visión que se revelo desde el arcoíris mundial hasta los últimos días en los que pise ese sagrado territorio. Con toda la gratitud hacia la tierra por brindarme la claridad y las herramientas para seguir con mi espíritu firme y dispuesto a sembrar su semilla de protección y resiliencia en el corazón del mundo.

Atentamente, Gundiati Ate (Valentina Castaño)
21/07/2019

lunes, 18 de septiembre de 2017

TRANSFORMAR DESDE LAS GRIETAS DEL CEMENTO


Las diversas experiencias de las que he sido parte como co-creadora y voluntaria, me han permitido aportar desde una perspectiva holística y decolonial en la sociedad donde me desenvuelvo; baso mi accionar en los principios de solidaridad, altruismo, sostenibilidad y no violencia; esto, me ha permitido participar como gestora en proyectos comunitarios innovadores, integrales y estratégicos en el momento de gestar modelos alternativos, tan necesarios en la época que vivimos.
Es de vital importancia recordar nuestro origen, recordar el orden de la naturaleza, volver al contacto con los elementos y escuchar la sabiduría que las culturas ancestrales y tradicionales tienen por brindarnos; como puente entre la cultura occidental y ancestral, ofrezco mi servicio para hacer resonar la voz de nuestros ancestros, tejiendo lazos de unidad, generando escenarios de aprendizaje  popular, gestando proyectos comunitarios que permitan trascender las ideas etnocéntricas y eurocéntricas, generando comunidades libres he integrales, donde la vida se reconozca desde el propio ser y se proyecte en el territorio con armonía.

En la agrupación de exploratorio intercultural Zewua se ha logrado sembrar la semilla de humanidad consiente desde acciones dirigidas a la población joven de la ciudad, propiciando espacios de intercambio de saberes, de construcción de iniciativas y creación de procesos alternativos en torno a la agricultura urbana, los saberes ancestrales Muiscas y prácticas de sostenibilidad; los festivales  interculturales, la pedagogía propia y natural, el compartir comunitario y una postura popular caracterizan nuestra propuesta como proyecto de innovación social sostenible, que recibe acogida en redes comunitarias como la Red de permacultura Colombia y tiene respaldo de organizaciones como PeaceWorks Colombia, además del apoyo institucional desde la Alcaldía Local de Teusaquillo en Bogotá; esto nos ha permitido llevar nuestra visión a escenarios de participación comunitarios, siendo un referente Distrital y nacional de pedagogía intercultural y activismo socioambiental; durante estos años, se han compartido visiones generado manteniendo espacios alternativos de dialogo, donde se han nutrido visiones y transformado realidades desde el accionar cotidiano. Los proyectos realizados por esta iniciativa han estado encaminados a superar la discriminación cultural, la explotación ambiental, la invisibilización de los jóvenes y la violencia de género; a través de procesos integrales que permiten el encuentro, el acuerdo y el fortalecimiento comunitario.

En un escenario de postconflicto como el que vive Colombia, donde la guerra ha marcado el inconsciente colectivo de nuestro pueblo, es necesario emprender acciones que permitan una reparación simbólica y material de las heridas de la guerra; igualmente, es propicio recordar las marcas que la conquista tuvo sobre nuestros pueblos originarios y acordar un nuevo pacto social que permita que la voz de las víctimas se convierta en la voz de la paz y la voz de los pueblos ancestrales se considere como la voz de nuestros sabedores; esto será posible cuando el pueblo reconozca la diversidad, los saberes populares, ancestrales y la naturaleza como fundamentos de una sociedad autónoma y libre.


Cuanto más me permito compartir, más crezco como ser humano, cuanto más comprendo al otro, más me encuentro a mí misma, cuanto más vivencio, encuentro la unidad de propósito desde el amor. Quizá una persona no pueda gestar una transformación de esta magnitud sola, pero con seguridad, la resonancia de muchas voces, la expansión de muchas acciones y el encuentro de caminos de muchos procesos pueden crear las condiciones para que una familia natural de humanidad se geste. Se necesitan de muchas manos accionando desde los suburbios, desde los lugares marginados, resistiendo desde los territorios, gestando alternativas integrales desde la comunidad mundial… La  utopía es una propulsora que transforma la conciencia, creer rozarla momentáneamente es una experiencia por la que vale la pena vivir y seguir caminando hacia ella. 

viernes, 7 de julio de 2017

Exploratorio Zewuá & Siembra Semilla universo

Memorias del ARNA - Aula viva para la paz

Madre Sierra


Cubiertos por las verdes faldas de la montaña, un llamado a la ofrenda se hace real, la madre tierra nos convoca a revisar en nuestro interior para entregar desde lo profundo nuestra creencia de separación reflejada en los aspectos negativos de nuestro ser y emprender un viaje hacia la unidad a través de una vivida conexión con su espíritu, reconociendo nuestro vinculo eterno desde el compartir con nuestros hermanxs de origen las visiones y cocrearlas desde la unión. 
Abrigados por tan hermoso sueño, nos encontramos. Sientiendo el ímpetu del territorio sagrado de la sierra, sembrando los propósitos de una época dorada llena de comunión con la vida, celebrando cada ciclo, enfocando nuestra conciencia al propósito superior. Dispuestos a renunciar a nuestro deseo, dándole paso a la voluntad divina para que la escarcha iridiscente que esparce el colibrí al volar nos colme de valor y dulzura para sembrar el pensamiento sano, la armonía y la unidad.


Gracias madre sierra por permitirnos incursionar en tus aguas y conocer tímidamente tus bastos misterios. Que sea la sabiduría originaria guiando nuestro caminar, nuestra danza y recorrido por esta tierra. 




sábado, 8 de abril de 2017

Ekonomia alternativa


Activando el tejido de la EKONOMIA alternativa desde la Babilon, en compañía de los niñxs guardianes