Las
diversas experiencias de las que he sido parte como co-creadora y voluntaria,
me han permitido aportar desde una perspectiva holística y decolonial en la
sociedad donde me desenvuelvo; baso mi accionar en los principios de
solidaridad, altruismo, sostenibilidad y no violencia; esto, me ha permitido
participar como gestora en proyectos comunitarios innovadores, integrales y
estratégicos en el momento de gestar modelos alternativos, tan necesarios en la
época que vivimos.
Es de
vital importancia recordar nuestro origen, recordar el orden de la naturaleza,
volver al contacto con los elementos y escuchar la sabiduría que las culturas
ancestrales y tradicionales tienen por brindarnos; como puente entre la cultura
occidental y ancestral, ofrezco mi servicio para hacer resonar la voz de
nuestros ancestros, tejiendo lazos de unidad, generando escenarios de
aprendizaje popular, gestando proyectos
comunitarios que permitan trascender las ideas etnocéntricas y eurocéntricas,
generando comunidades libres he integrales, donde la vida se reconozca desde el
propio ser y se proyecte en el territorio con armonía.
En la
agrupación de exploratorio intercultural Zewua
se ha logrado sembrar la semilla de humanidad consiente desde acciones
dirigidas a la población joven de la ciudad, propiciando espacios de
intercambio de saberes, de construcción de iniciativas y creación de procesos
alternativos en torno a la agricultura urbana, los saberes ancestrales Muiscas
y prácticas de sostenibilidad; los festivales
interculturales, la pedagogía propia y natural, el compartir comunitario
y una postura popular caracterizan nuestra propuesta como proyecto de
innovación social sostenible, que recibe acogida en redes comunitarias como la
Red de permacultura Colombia y tiene respaldo de organizaciones como PeaceWorks
Colombia, además del apoyo institucional desde la
Alcaldía Local de Teusaquillo en Bogotá; esto nos ha permitido llevar nuestra
visión a escenarios de participación comunitarios, siendo un referente Distrital y nacional de pedagogía intercultural y activismo socioambiental;
durante estos años, se han compartido visiones generado manteniendo espacios alternativos
de dialogo, donde se han nutrido visiones y transformado realidades desde el
accionar cotidiano. Los proyectos realizados por esta iniciativa han estado
encaminados a superar la discriminación cultural, la explotación ambiental, la
invisibilización de los jóvenes y la violencia de género; a través de procesos
integrales que permiten el encuentro, el acuerdo y el fortalecimiento
comunitario.
En un
escenario de postconflicto como el que vive Colombia, donde la guerra ha
marcado el inconsciente colectivo de nuestro pueblo, es necesario emprender
acciones que permitan una reparación simbólica y material de las heridas de la
guerra; igualmente, es propicio recordar las marcas que la conquista tuvo sobre
nuestros pueblos originarios y acordar un nuevo pacto social que permita que la
voz de las víctimas se convierta en la voz de la paz y la voz de los pueblos
ancestrales se considere como la voz de nuestros sabedores; esto será posible
cuando el pueblo reconozca la diversidad, los saberes populares, ancestrales y
la naturaleza como fundamentos de una sociedad autónoma y libre.
Cuanto
más me permito compartir, más crezco como ser humano, cuanto más comprendo al
otro, más me encuentro a mí misma, cuanto más vivencio, encuentro la unidad de
propósito desde el amor. Quizá una persona no pueda gestar una transformación
de esta magnitud sola, pero con seguridad, la resonancia de muchas voces, la
expansión de muchas acciones y el encuentro de caminos de muchos procesos
pueden crear las condiciones para que una familia natural de humanidad se
geste. Se necesitan de muchas manos accionando desde los suburbios, desde los
lugares marginados, resistiendo desde los territorios, gestando alternativas
integrales desde la comunidad mundial… La
utopía es una propulsora que transforma la conciencia, creer rozarla
momentáneamente es una experiencia por la que vale la pena vivir y seguir
caminando hacia ella.